EL MAR. LA MAR
ES el gran momento del desafío español que estos días surca La Mar por las costas valencianas. Nos encontramos en plena competición de la archifamosa Copa América de Vela. Los españoles al parecer han realizado una proeza: han ganado dos regatas al todo poderoso “New Zealand” y los medios no han escatimado esfuerzos para que la noticia llegue a cada rincón del planeta.
En El Mar del estrecho cada mañana nos desayunamos con cientos de pateras, luchando contra su última regata, luchando por su última copa, luchando por sobrevivir. Nos acostamos con El Mar en calma, el de las costas de Las Islas Canarias, ese que nos trae kayucos con marineros de tierra dentro, de esos que no saben ni nadar. Esos que sólo han aprendido a nadar contracorriente pero que si caen por la popa de su barco no la vuelven a contar.
En La Mar alta tecnología surca las olas desafiando al cronómetro. Presupuestos millonarios para ganar una eslora al rival; millones tirados por la borda si a la primera de cambio quedas eliminado. El Glamour se instala en La Mar. Visitantes famosísimos y de alto abolengo disfrutan a orillas de Valencia, entre regata y regata en La Mar.
Hoy las noticias dicen que en las costas de Senegal han naufragado dos Kayucos, 30 ahogados en El Mar. Otros tantos se debaten con El Mar enfurecido deseando de tocar tierra y los muertos poderlos enterrar. El barco de la Cruz Roja los recibe, la Guardia Civil marinera, los equipos de salvamento marítimo para darles la bienvenida a estos marineros que sus vidas han arriesgado en EL Mar. Esto si es un desafío, un desafío a la propia vida, a sus tristes vidas. ¡ Pobres marineros que no saben nadar!.
Tomás Meligrana 