
Somos seres sociables por naturaleza…
Y estoy convencida de que esta cualidad innata al ser humano nos hace sentir más vivos, más felices, …nos proporciona una gran fuerza interior.
Ya lo dijo Séneca:
“El hombre, ese ser tan débil, ha recibido de la naturaleza dos cosas que deberían hacer de él el más fuerte de los animales: la razón y la sociabilidad.”
Por eso, es para mí de nuevo un gran regalo haber tenido la oportunidad de compartir y disfrutar también esta edición-primavera-2018 de un evento tan especial, como es el Wine and Think (W&T).
Minuciosa y sabiamente organizado por mis entrañables y grandes amigos Lola y Tomás Prieto, el W&T es un encuentro especial, que permite interactuar a personas de diversos orígenes, aficiones, cualidades o formación, pero, sobre todo, que permite la sociabilidad y el uso de la razón, perfumadas de cercanía, escucha, empatía, respeto,…, en definitiva, de humanidad.
Esto es más importante, al menos para mí, de lo que pueda parecer, yendo más allá de una simple reunión de ocio, para hablar de profesionalidad, o para degustar un buen vino, acompañando a una rica cena, que también, pues fue servida con amor y profesionalidad. Además, no olvidemos el papel de un buen vino en torno a una mesa de comensales, pues, como citó Dante Alighieri : “El vino siembra poesía en los corazones.” Porque, sobre todo, la presencia y participación de cada uno de nosotros ha ido acompañada de ausencia de prisas (nadie ha mirado el reloj y las horas pasan volando…, buen síntoma), ni de artefactos tecnológicos (tampoco nadie ha mirado el whatsapp, facebook o instagram, mejor síntoma aún).
Aprendimos mucho de servicios humanitarios, también de arte, psicología, política, periodismo, imagen, poesía, salud, ciencia… Pero, sobre todo, aprendimos los unos de los otros, porque cada cual ofreció a los demás una parte esencial de sí mismo: su tiempo y su conocimiento; todo ello en un ambiente casi mágico, el que ofrece el club Los Sarmientos y sus responsables.
Ha sido un W&T con una carga emocional muy fuerte.
Se han derramado lágrimas y descorchado sonrisas. Se han compartido vivencias y deseos, realidades y sueños.
En nuestro cerebro y en nuestras retinas han quedado sellados momentos especiales, escuchando a gente que tenía mucho que decir, gente con ganas de expresar y de opinar. Porque: «La causa de la mayoría de los problemas de relaciones humanas está en la falta de reconocimiento mutuo» (Doménico Cieri Estrada).
Se ha hecho camino al andar… juntos…
Gracias a todos y a cada uno de vosotros por hacerlo posible. Gracias, Lola, gracias, Tommy, por permitirme, una vez más, vivir esta magnífica experiencia.