
Entre Vinos, palabras y entremeses, poemas
los sarmientos invita a la reflexión. . .a divagar sin perder de vista la practicidad

Santiago Madrid
Cuentan que cuando los amigos del Wine and Think se juntan,
. . .en ese mágico lugar que es Granada, en ese también mágico local de Los Sarmientos, convocados por Lola y Tomás Prieto, siempre se recurre a algún mediad@r para que el rico debate que se crea esté mechado con los universales principios de la mediación, que no deja de ser en el fondo, y que nos perdonen los puristas de la mediación si nos equivocamos, la búsqueda de la paz interior. Lo cierto es que en el último Wine and Think al que tuvimos el honor y el privilegio de asistir en el mes de febrero, no había sólo un mediador. No, todos los allí presentes teníamos a la mediación como nexo de unión. Decimos todos, porque aunque si bien es cierto que no todos somos mediadores, todos estamos imbuidos de ella.
La noche en la que llegamos a Granada desde Madrid
. . .algunos, desde Málaga otros, y de la propia ciudad de la Alhambra, era la noche de un día de lluvia. Era una de esas noches desapacibles que invitan a recogerse y a quedarse en casa. Nosotros, sin embargo, nos habíamos aventurado a coger el coche y hacer bastantes kilómetros para disfrutar del encuentro. Y el encuentro no nos defraudó.

Cartel W&T Invierno 2018
Alfredo nos introdujo al maravilloso mundo de los vinos de varias zonas de España, seguido por unos deliciosos platos que fueron distendiendo, aún más si se puede decir, el ambiente. A decir verdad, poco hacía falta para que se soltaran las lenguas, ya que la charla estaba asegurada.
Nos presentamos unos a los otros;
. . .con oídos atentos, fuimos descubriendo nuevos mundos. Se suele decir que cada persona es un mundo, y a ese mundo individual que es cada uno nos fuimos asomando poco a poco. Se nos habló de mediación y medios de comunicación; se nos abrieron las ventanas para aprender un poco más de la mediación y la formación; se identificaron algunas de las trabas que han de superar los abogados-mediadores; se contaron experiencias concretas de algunos que trabajan sobre el terreno; descubrimos que la mediación se puede aliar con cualquier otra disciplina como por ejemplo la arquitectura; se habló de mediación como puente intercultural; pero por sobre todas las cosas, se estrecharon lazos de amistad.
Hubo un tema central que capitalizó la conversación: ¿necesita la mediación de la incorporación a su práctica de técnicas proyectivas y otros instrumentos terapéuticos propios de otras disciplinas como la caja de arena, el lego y otros juegos, o nos encontramos tan perdidos sobre cómo abordar y superar los conflictos que estamos acudiendo a la desesperada y sin orden ni concierto a sumar cualquier técnica de otros ámbitos y otros fines a una actuación cuya base es la comunicación y el diálogo?

Entrantes
Como ocurre en todo debate,
. . .se escucharon voces a favor y en contra de una u otra visión, y la pasión en el debate no estuvo ausente. De fondo estaban las preguntas más importantes que todo grupo de profesionales puede y debe hacerse: ¿lo estamos haciendo bien o podemos mejorar nuestras actuaciones, y en tal caso, cómo?; ¿todo vale o, en el ímpetu por ayudar a las personas en conflicto a superar éstos estamos metiéndonos donde no debemos?; y ¿hasta qué punto hemos verificado que determinados instrumentos y técnicas son realmente válidos y necesarios en un proceso de mediación? Evidentemente todo suma en crear una mejor comunicación y ambiente para la aproximación de las partes, sea un juego proyectivo, sea un masaje en los pies a todos los participantes o tener de fondo la música de Chopin, pero son todos necesarios y oportunos?
Otras voces planteaban que quizás deberíamos esforzarnos un poco más, antes de incorporar demasiadas novedades sin saber cómo y para qué, por entender y manejar adecuadamente aquellas que son nuestras tradicionales y muy potentes herramientas comunicativas: la aproximación al otro, la pregunta y el diálogo. ¿Les hemos sacado todo el partido que podemos o, por ejemplo, como planteamos algunos, debemos seguir profundizando sobre el momento motivacional en el que se encuentra cada parte para adecuar nuestras preguntas y demás intervenciones a ello? ¿Conocemos realmente tan en profundidad la potencia de nuestras armas profesionales cotidianas o podemos y debemos seguir trabajando por entender todas sus posibilidades?
En fin, hubo opiniones para todo y escucha para todos,
. . .y el resultado fue el esperable: unos y otros nos fuimos con la cabeza un poco más abierta a la visión del otro y con la satisfacción de ver que nuestras herramientas fundamentales –el diálogo sincero y pausado, la escucha auténtica, la apertura al otro, y el cuestionamiento y la duda sobre los propios planteamientos inicialmente defendidos a capa y espada- habían funcionado nuevamente para crear un ambiente sugerente, para reflexionar, y para entendernos, desde un respeto fundamental y necesario a la opinión distinta.

Catando blanco
El local Los Sarmientos es único e invita a la reflexión, a echar una mirada hacia el pasado sin perder de vista el futuro, a divagar sin perder de vista la practicidad, a llenar los sentidos corporales e intelectuales y afectivos, a compartir, a tener más alma y menos ego y a practicar la construcción de conocimiento, ya que el conocimiento, como la amistad, es imprescindible cultivarlo.
Marcelo R. Rivollier y Santiago Madrid Liras, responsables de “Revista de Mediación” y del Instituto Motivacional Estratégico (IMOTIVA).
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