LOS LENGUAJES DEL DESEO ¡¡

Nota: No pretendo herir sensibilidades y menos aún desde una perspectiva de género. Los párrafos están sacados de un texto completo de unos libros, que para nada sus autores son sospechosos de machismo ¡¡ Al elegir estos comentarios pensaba desde el punto de vista de dos, tanto de mujer como de hombre. Todo lo que tenga que ver con pareja será siempre cosa de dos y creo que todo debe ser recíproco. Ni busco culpas ni culpables de nada ¡¡¡¡  

“LOS LENGUAJES DEL DESEO”

Por el Dr. Enrique Rojas Catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense (Madrid).

La educación del deseo es una asignatura pendiente en nuestra sociedad, donde la fácil satisfacción de los deseos anestesia los valores y lleva a la vida vacía. Nos habla de la indiscriminada oferta de sexo sin amor como mercancía, y aboga por una vida plena que sepa conjugar ambas facetas del hombre. Habla de las diferencias entre el deseo del hombre y el deseo de la mujer, y de los distintos tipos de deseo en las distintas etapas de la vida. Rojas, hace una llamada a sus lectores para que recuperen valores fundamentales que cohesionan la familia, pilar esencial de toda sociedad.

“HABLEMOS DE LA VIDA”.  Es difícil saber lo que se siente ¡¡

Por Nativel Preciado y José Antonio Marina, Periodista Escritora y Profesor de Filosofía.

Todo el mundo habla de amor sin saber a qué se refiere exactamente. El amor se puede camuflar tras la pasión, el deseo, la necesidad, el miedo o la soledad o un capricho efímero.

Es importante saber a qué nos referimos cuando hablamos de celos, ternura, infidelidad, admiración, esperanza, envidia, hastío, júbilo, desánimo, melancolía, rencor, placer, piedad, tristeza, nostalgia, desolación, alegría o felicidad. La mayoría de las ocasiones, sin embargo, no lo sabemos. Para saber lo que siento necesito nombrarlo de algún modo. No es lo mismo sentirse solo que estar solo, depende si se trata de una ausencia deseada o impuesta.

Es esa sensación de impotencia que tienes cuando hablas y nadie te entiende. ¿por qué nos ahogamos en malentendidos?.

Los malentendidos son un problema dramático. Es importante hacerse entender. Lo que exige un esfuerzo de claridad y paciencia; y es importante entender, lo que implica un proyecto ético. Entender a una persona no es fácil; exige, además de las habilidades intelectuales necesarias, una serie de virtudes éticas, un empeño en comprender. Lo más importante es reconocer que el significado de una frase no está contenido en ella, como lo está el agua en un vaso. Cualquier expresión es un conjunto de claves de pistas para que el oyente reconstruya el significado. Y esa reconstrucción exige una tarea de interpretación, que muchas veces hacemos sin darnos cuenta, creyendo escuchar lo que simplemente estamos inventando.

La discordia empieza con la confusión de lenguas y la incomunicación.

En efecto la incomunicación es el fracaso del lenguaje, de la inteligencia y casi siempre de la vida.

¿Es incompatible el amor con el egoísmo?

El amor en su sentido más pleno es una experiencia paradójica y, por ello, creo que muy escasa. Se confunde, sobre todo, con varios tipos de “apego”. No poder vivir sin una persona no significa que se le quiera. Lo que hace que l amor sea paradójico es que encuentra la satisfacción del propio “egoísmo” en la felicidad de otra persona y en ser la condición indispensable para esa felicidad. Por tanto, es un egoísmo, que de alguna manera, se anula a sí mismo. Después de darle muchas vueltas creo que el amor de pareja, que nos parece el tipo más profundo, ha sido un reciente producto evolutivo, inventado por la mujer. Esto hace que me preocupe el actual cambio femenino que puede endurecer las relaciones, haciéndonos perder el progreso que gracias a la influencia femenina se había logrado.

Las características del amor desinteresado aparecen en el mundo, no en la relación de pareja, sino en la relación maternal, en la que se da de una forma compleja relación de satisfacción propia, generosidad hacia la otra persona y apego. Creo que, a partir de ese núcleo originario, este sentimiento fue extendiéndose, y uno de sus grandes logros fue unirse con la sexualidad que iba en dirección contraria. La sexualidad es genérica – un macho y una hembra – , el amor es personal – quiero a una persona  no a su hermana gemela – . Unirlos fue una gran creación, y a mí me parece por muchas razones que no se le ocurrió al hombre, si no a la mujer.

Cada cultura ha diseñado su modelo afectivo fomentando unos sentimientos y prohibiendo otros. ¿Cuál es nuestro modelo afectivo particular?.

Toda la cultura occidental ha fomentado los sentimientos centrados en el Yo: la autoestima, la autosuficiencia, la independencia, la afirmación personal, el orgullo, el éxito personal… Las culturas orientales han favorecido más los sentimientos de relación: el afecto, la dependencia, la solidaridad, también la sumisión. Además, nuestra cultura prestigia la competitividad y la insatisfacción con lo que se tiene, porque parece vulgar y poco ambicioso estar satisfecho. Esto nos lleva a un estado de insatisfacción inducida que acaba conduciendo a la depresión o a la violencia.

Nuestra emociones tienen, como casi todas nuestras funciones mentales, dos caminos. Unas directamente provocadas por alteraciones bioquímicas: un mal funcionamiento de los neurotransmisores produce depresión, las anfetaminas producen bienestar y sensación de alerta; un ejemplo serían las depresiones endógenas. Pero hay otro mecanismo que funciona en sentido contrario: el componente cognitivo, el modo de interpretar una situación desencadena estados sentimentales. Éstos son los sentimientos más interesantes para el ser humano.

Nacemos con unos sentimientos básicos pre programados, que pueden ser seis o siete: ira, miedo, alegría, tristeza, asco y el de apego. Sobre estos esquemas rudimentarios la inteligencia va construyendo sentimientos más complejos, como la culpa.

Los sentimientos son un balance de la situación, y la situación irremediablemente cambia. Cambia, incluso, cuando dura. Los sentimientos evalúan cómo van nuestros proyectos o deseos y , por lo tanto, dependen de los  demás. Otra cosa son los deseos (no olvides que el amor es un deseo) y los estilos afectivos, que suelen ser hábitos del corazón.

En realidad no hay que darle tanta importancia a los sentimientos, vuelvo a decir que son un sistema de información. Lo importante es mantener la situación o cambiarla.

¿Hay buenos y malos sentimientos o también están sometidos a la dictadura de la moda?

Son malos sentimientos los que dificultan la vida propia o la vida ajena. Podemos decir que son malos los sentimientos que anulan la libertad, los que provocan comportamientos indeseables y los que no son adecuados al valor presente. Un ejemplo de los primeros: el odio, la inquina o las obsesiones; de los segundos: la agresividad; de los terceros: la ingratitud, la sospecha, los celos.

Hemos olvidado que el concepto  “cumplir con el deber” era estructura psicológica antes de ser una estructura moral. Con ello lo que se enseñaba era que el hábito de cumplir con el deber daba coherencia al comportamiento, poniéndole a salvo de las intermitencias del corazón. Ahora, resulta casi escandaloso decir que amar a una persona implica deberes, porque parece que el verdadero amor sólo puede ser espontaneidad gozosa. Sin embargo, uno puede querer mucho a una persona y estar un día de malhumor. Su deber en ese caso es aguantarse el malhumor. Eso no es una hipocresía, sino, al contrario, la voluntaria decisión de ser fiel a uno mismo, es decir, al amor por esa persona y no a los arrebatos del genio.

Y más y mucho más que estaría aquí escribiendo ….. pero quizás todos estos libros de gente tan preparada y experta los tengas tú también ¡¡¡¡

Con todos mis mejores deseos, por una sana amistad y por el cariño que siempre verdadero ¡¡ Siempre tendrás las puertas de mi casa abiertas y no dejes de ir al Mirador y dejar tus exquisitas opiniones que siempre son valiosas ¡¡

¡¡ Lo único que se me ocurre añadir, es que sea cual sea el camino que uno elja en la vida, le ponga un poquito de ética y sobre todo honestidad con uno mismo y con los demás. Todo no vale, por cualquier tipo de compañía no podemos perder la dignidad como personas !!.. Tomyy