
Cuando uno asiste por segunda vez a un W&T
Anne Denoyelle, artista en la creación de Collages y tellerista en Fundación Caja Granada. Colaboradora en el Fondo Kati.
Uno va con algo de miedo. Ese miedo que coge de la mano a las expectativas y hace de todo momento excepcional y mágico un momento irrepetible.
¿Irrepetible? Mismo lugar, misma organización, mismo planteamiento…. Sin embargo, lo confirmo, se repite lo irrepetible. Cada W&T es irrepetible, pero igual de mágico e intenso. Tan intenso que a pesar de las semanas transcurridas el recuerdo pertenece aun al presente. Los momentos intensos vividos con emoción, curiosidad e interés dejan una huella.
Éramos un poco más numerosos que en la Santa Cena, compartimos buen vino y manjares y nos escuchamos y nos reímos mucho. Fue arte el de la moderadora para canalizar tan bella espontaneidad, sin sofocarla.
No cabe duda que Lola y Tomás, hermanos anfitriones y creadores de ese espacio de Cultura y Humanidad, supieron en todo momento llevar esa increíble energía por los caminos del buen compartir.
Así, poetas, filósofos, investigadoras, abogados, mediadores, tejedoras de diplomacia, empresarias y bibliotecarias tramaron un hermoso tapiz con hilos de vida, experiencias, pasiones, historias, anécdotas y emociones.
Cada relato de cada participante pone de relieve una parte de ese tapiz y por ser la última en testimoniar, tan sólo retomaré mi presentación que nos lleva al pasado, hace casi 550 años.
En esta ocasión me tocaba hablar de una biblioteca y compartir la experiencia que la vida me ha regalado. Desde hace casi un año colaboro con la Fundación Fondo Kati y es realmente una pena que no se conozca más la singular historia de esa biblioteca. Es una de las bibliotecas de Tombuctú, si, si, esa misteriosa Tombuctú tan anhelada por aventureros e investigadores.
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— Anne Denoyelle (@DenoyelleAnne) 7 de diciembre de 2016
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Es, además la única biblioteca “europea” de Tombuctú, ya que tiene una conexión histórica directa con España: salió de Toledo hace 449 años. Ali ben Ziyad al Quti, visigodo convertido al islam, abandonaba la ciudad de Granada un 22 de julio de 1467 para poner a salvo su biblioteca de las llamas. Es una biblioteca que no ha dejado de crecer hasta contener los 12.714 manuscritos, 7.126 marginalia y enriquecerse además con 2.300 piezas de arte africano y más de 1.000 horas de tradición andaluza de origen andalusí. Historia, arte, filosofía, medicina, cuatro religiones (animista, cristiana, judía y musulmana), es un tesoro patrimonio de la humanidad protegido por una familia a lo largo de 449 años cuyos valores de Tolerancia y de Memoria han sido claves para la transmisión de tantos manuscritos en busca de paz.
La Fundación es granadina como el poeta y arquitecto, antepasado del actual Guardián de la Biblioteca, y pide a gritos un espacio para poder exponer sus fondos. El homenaje a Es-Sahili, que la Fundación realiza en colaboración con el Patronato de la Alhambra el 15 de octubre, ha tenido este año un eco sin precedente. Además del homenaje oficial que se realiza en la Alhambra y en lugares emblemáticos de la ciudad, numerosas familias granadinas abrieron sus casas a la poesía de ES-Sahili.
La poesía ha construido un puente en el tiempo para dar vida a los versos de quien tanto añoró su ciudad desde el exilio. La filosofía de la Fundación se ve ilustrada en esa experiencia más allá del tiempo y de las fronteras. La memoria es un valor de unión, de comunión y de comprensión.
Carmen Fajardo Sánchez, Secretaria de Dirección-Central en Aguas y Servicios, graduada en Protocolo.
Me gustaría darle las gracias a mi amigo Tomás Prieto por haberme invitado a asistir al Wine&Thinks que organiza junto con su hermana periódicamente en los Sarmientos.
El ya me había comentado de qué iba la cena, pero ésta superó con creces las expectativas y no solo porque el lugar es muy propicio para conversar delante de una buena cena con maridaje, sino porque además, conocí a personas que llegaron desde diferentes puntos de España para la ocasión.
Esa noche, los invitados éramos de profesiones y aficiones diferentes, pero todos teníamos un interés común, el compartir y dar a conocer lo que nos gustaba y pasar unos momentos agradables y compartir risas…muchas risas.
La noche fue fantástica y conocí a personas estupendas e interesantes.
De nuevo Tomás Prieto muchas gracias por compartirlo conmigo y por lo maravilloso anfitrión que sois tu hermana y tu.
Un abrazo Tomás hasta el sábado