MIEDO ¡¡¡
Tic tac, tic tic, tic tac, tic tac, tic tac, tic tac….. Cada segundo es interminable, la mandíbula se aprieta hasta producir dolor, se encoje el estómago, casi se corta la respiración, un temblor entra por las uñas de los pies y recorre centímetro a centímetro tu cuerpo hasta que lo notas en las puntas del cabello. Los poros de la dermis se humedecen de sudor frío, la garganta se reseca al no producir saliva.
Tica, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac… Aterrorizado, atenazado, frustrado, paralizado.
Puede ser el último segundo de tu vida, tic tac tic tac tic tac tic tac tic tac tic tac tic tac tic tac, debes de tomar una solución en décimas de segundos; si simplemente hay que accionar un contacto, es girar una llave y no puedes. La parálisis agarrota los músculos de tu brazo para que no se dirija al contacto del vehículo.
Cuesta un mundo discurrir y tomar decisiones. Tic tac tic tac tic tac tic tac tic tac… pero sabes que no te puedes quedar ahí sentado frente al volante toda una vida, que debes continuar como si nada. Cada segundo que marca tu corazón tienes la sensación que se te va a parar de un momento a otro. Que un cortocircuito de quita la vida. Tu cabeza te dice “sal corriendo” “sal corriendo”, no es el momento de morir, no es tu momento. No es el momento de morir.
Al llegar al coche has cumplido con todas las normas de autoprotección que te sabes de memoria; (normas SYAP). Recuerdas como dejaste el interior, has mirado los bajos y no has detectado nada sospechoso, te has arrodillado disimulando para intentar pasar inadvertido a la vez que fijas tu mirada a los bajos de tu coche por si un paquetito adosado pudiese estar en él. Aún así la inseguridad se apodera de ti y el más absoluto miedo entra en tu alma, entra en tu corazón y ruegas a todos los Dioses que no sea tu día final.
Tras estos tres minutos de angustia, por fin tomas un impulso hacia el contacto y como de forma compulsiva con los ojos cerrados ¡¡ arrancas!!. En décimas de segundos te das cuenta que estás ahí sentado en el sillón de tu coche y sigues vivo. Acojonado hasta las amígdalas te dices coño no he saltado por los aires ¿pero y si estos hijos de la gran puta me han puesto una lapa de movimiento? Ahora tienes que embragar y meter marcha atrás. Intentas tragar saliva y no la hayas en tu boca. Pero ya no te detienes, metes la marcha y dejas que el coche se mueva hacia tras, el miedo comienza a disiparse al comprobar que has desplazado el vehículo y sigues ahí al volante, das gracias a Dios a pesar de ser ateo y tu cerebro de dice amigo hoy no era tu día. Al pasar unos segundos la vida sigue porque notas al instante la misma alegría que tenías tres minutos antes.
¿Alguna vez habéis pasado miedo? Yo si.
JOER CON LOS MALNACIDOS
YO TAMBIEN HE PASADO MIEDO AJENO .
PERO EL DIA QUE MÁS PANICO PASÉ FUEÉ CUANDO MI NIÑO LE PERDIA SIN SABER DE QUÉ ¡
DIOS EL MIEDO ES LIBRE CUANDO ES DE NATURALEZA , PERO TANTISIMAS PERSONITAS QUE SE LA JUEGAN TODOS LOS DIAS
ES AGOBIANTE ESE TERROR QUE DESCRIBES COMO EL DE LAS PERSONAS MALTRATADAS JIJATEEEEE QUE NO DIGO SOLO MUJERES .
PUES HAY NIÑOS VIEJITOS E INCLUSO ANIMALITOS .
PERO POR DESGRACIA LOS MALNACIDOS HAYLOSSSSSSSSSSSSSSSSS PARA DESGRACIA DE LOS QUE SOMOS
Y QUEREMOS LO MEJOR PARA EL MUNDO MUNDIAL
ESTOY A PUNTO DE ESCRIBIR EN MI BLOC ALGO PERO QUIERO SER MAS OBJETIVA PORQUE AHORA LA RABIA ME CONSUME .
AINNNH QUE SABES QUE
TE REGALOS BESOS DE CARAMELOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO AMIGO
Me gustaMe gusta
Si…. justo asi como lo describes… son instantes eternos… que horror… Gracias a Dios todo pasa…
abrazos!!!!
Me gustaMe gusta
llevas toda la razon amigo.
pero esa sensación va unida desgraciadamente a ciertos "trabajadores";
y tambien por méritos propios de esa gentuza, se ha extendido a toda persona, por el simple motivo de estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
lo mejor es intentar convivir con ello y saber llevarlo lo mejor posible, y dar gracias, a quien cada uno crea que se las tiene que dar, de no tocarnos la china a nosotros.
Un saludo
Me gustaMe gusta