A una Bibliotecaria especial…

Hola, estas palabras van dedicadas a una persona encantadora que no necesito nombrar. Por sus actos la reconoceréis y sobre todo por su irradiación de positividad. Quiero agradecerle varias cosas:

Primero, la generosidad que tiene con todos nosotros y en particular conmigo. Siempre que he necesitado algo de su Biblioteca lo he tenido, siempre ha tenido una sonrisa muy muy agradable con la que me ha recibido.  Gracias amiga por hacer de tu lugar de trabajo, un lugar de encuentro, y hacer que las horas que pasamos entre tus libros se hagan más llevaderas. Gracias por poner en nuestras vidas un poquito de dulce, el café de cada tarde nos endulza la vida. Gracias por darnos lecciones de vida, cada día aprendemos contigo y se que para muchas compañeras y amigas eres especial, lo se de buena tinta. Quiero resaltar que eres mi Bibliotecaria preferida porque nunca he conocido una mujer tan valiente, tan puesta en la vida y que afronte la realidad con la cabeza alta y sin complejos de ningún tipo. ¡Ole!, eso es para descubrirse y yo lo hago, ante una persona para la que la “hipocresía” está demás. ¡Esto es una nueva lección!.

Ayer me diste un beso, y un abrazo y casi se me saltan las lágrimas porque noté al cariño con el que nos tratas a todos. Noté el afecto  y eso más bien escasea. Gracias por ser tan auténtica, tan distinta, tan cariñosa, tan humana, tan desprendida, y repito tan Generosa. Gracias por tu delicadeza, por tu interés en mi escritura, por compartirla con quien tu crees que le pueda gustar.

Cada día pasar por Criminología durante todos estos años ha sido todo un placer, sabía que siempre me encontraría una sonrisa y una mirada especial, la tuya amiga. Gracias por hacernos la vida más bonita.

                                  

                                                                  ¡¡¡¡¡¡¡¡¡  Para nuestra Bibliotecaria preferida ¡¡¡¡¡¡