Relatos Breves. Tomás Meligrana
“ENTRE EL BIEN Y EL MAL”
Nadie estamos libre del “MAL”, en cualquier momento se presenta en nuestras vidas sin avisar, sin llamar a la puerta de nuestra existencia.
¿ Que es la Maldad?. Imagino que hay muchas formas, aunque hay una que es devastadora para quien la sufre; el mal que ejerce un ser humano sobre otro de su misma especie. El daño de una persona hacia otra, sin motivos que tengan una explicación coherente, ni racional, porque esto no tiene explicación alguna.
El causar dolor, hacer daño, infligir el mal a otro, es descender a las raíces de la evolución, es como si la especie humana no evolucionase, es expresar los rasgos atávicos innatos en algunas personas, que hace de ellos ser seres despreciables, malignos. Hay quien hace daño día a día, sin pensar más allá de su propia existencia, tienen que alimentar su egoísmo y vanidad, para llenar el vacío de sus vidas a costa del sufrimiento de otros.
La “Maldad” no se ve, no podemos tocarla, no despide olor, es silenciosa y carece de sabor, pero es tangible. Se sufre, se padece, te atemoriza, te tortura, te atormenta; entra en tu vida como una espesa niebla para apoderarse de tu Libertad, despojarte de la condición de persona, instalarse en nuestras vidas y poco a poco, sin prisa, destruir los sentimientos, los valores que las personas que no comulgamos con el Mal, tenemos.
Una vez incrustada en el Alma, como una fuerza demoníaca, se alimenta del miedo, del temor, de la desgracia, de la desesperanza, de la sinrazón y desvergüenza. Escalofríos recorren el cuerpo de arriba a bajo, lágrimas de impotencia inundan los ojos, un nudo en la garganta te asfixia, el estómago se encoge, un sudor frío empapa la piel, el corazón entra en arritmias y convulsiones estremecen el cuerpo entero. Esto es sólo el principio;…lo peor está por llegar. Eres una marioneta a merced de un torbellino de tal virulencia que arrasa con cualquier atisbo de alegría o felicidad, no alcanzas a entender nada, no comprendes por qué te ha tocado a ti. Miles de veces te preguntas: ¿por qué?, ¿por qué?, ¿que he hecho yo para que me ocurra esto?, ¿es posible que personas como yo, como tu, puedan causar tanto daño?. Muchas preguntas, ninguna respuesta, nada que justifique lo que te ha tocado vivir.
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Intentas combatirlo pero estás solo, es imposible, te encuentras en la más absoluta indefensión. Comienzan las pesadillas, se pierde el buen humor, la tristeza será tu compañera durante las 24h. del día, cada semana se hace una eternidad. Te sientes perseguido, acosado, vigilado, preso, vejado, ultrajado, calumniado,….¡esclavizado!. Se pierde la autoestima, la confianza en uno mismo, las creencias, los buenos sentimientos, todo en lo que una persona podía tener fe; todo se te viene abajo, se rompen todos los esquemas una y otra vez y por más que quieres pierdes las ganas de seguir luchando, y hasta de seguir existiendo, porque sabes a ciencia cierta que nunca le has hecho nada malo a nadie, que en tu código de conducta no se encuentra la Maldad, y sin embargo ella se ha ensañado contigo. La tristeza te domina, dejas de ver el lado positivo de la vida, para verlo todo entre tinieblas. Sin mediar juicio ya has sido condenado al infierno, la pena irá a tu lado como una sombra, a todas partes. Nunca encuentras un momento de calma, las fuerzas comienzan a flaquear y sin darte cuenta te derrumbas como un Castillo de arena.
La “Maldad humana” es sin duda la peor epidemia del siglo XXI. Que alguien obtenga un beneficio a costa de causar daño y dolor a otras personas es lo más miserable, ruin y cobarde que existe.
Los seres humanos, si queremos evolucionar, no podemos permitirnos alimentar estas miserias. Así, no creo que lleguemos a construir un Mundo más justo, en el que se viva en paz, en el que no exista la discriminación bajo ningún concepto, que seamos capaces de compartir; en el que los bienes más preciados para las personas de bien: “VIDA, PAZ, AMOR, SALUD, TRABAJO Y ALIMENTOS”, sean los anhelos de todos los pueblos y seamos capaces de hacer el Bien al prójimo y desechar, perseguir, eliminar y despreciar el Mal.
Vivimos en un paraíso, pero algunos se empeñan en convertirlo en un Infierno. Nadie por mucho dinero o poder que tenga; (sea de una raza u otra, tenga el color que tenga, sea gobernante, ministro, político, juez, empresario, científico, militar, policía….etc..), está legitimado para infligir el mínimo daño a otra persona. Cuando esto ocurre, perdemos toda condición humana y pasamos a ser la peor calaña de todas las especies animales del planeta tierra.
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Adueñarse de ideologías, religiones, leyes, normas, campañas patrióticas o mercantilistas, derechos y libertades de los ciudadanos para justificar un resquicio de Maldad, es lo más vil y cruel de nuestro tiempo.
Esta epidemia, no hace más que dar muestras inequívocas de que algunos resortes del Estado de Derecho se tambalean, pues infligiendo daño físico o psíquico se puede desembocar en la desaparición física de la persona, con casos de atentado contra la propia vida. Causar dolor es una lacra que vulnera los principios más elementales del ser humano.
Todo el mundo debería plantearse: “no haré a nadie, lo que no me gustaría que me hicieran a mi”. Quizás, ha llegado el momento de pensar que si queremos un futuro mejor para nosotros y nuestros hijos, debemos comenzar por respetarnos, así como respetar nuestro entorno. Es deber de toda la humanidad y en especial de quienes nos gobiernan, de velar por un mundo más justo, en el que no tengan cabida las guerras. Que aspiremos a: “LA NO VIOLENCIA”, “UN MUNDO SIN DROGAS”, “PAZ Y LIBERTAD”, “DERECHOS HUMANOS SOLO POR LA CONDICION DE SER PERSONA”, “IGUALDAD HOMBRES Y MUJERES”, “RESPETO DE LAS MINORIAS”, “PROTECCION PARA EL MEDIO NATURAL Y EL MEDIO AMBIENTE”.
Todo sería más fácil, si cada persona a título individual, se preocupase de desterrar de su código de conducta – el Mal -, y por el contrario incluir en su código ético – el Bien -. Intentar por lo que a cada uno respecta, que el Paraíso que tenemos no se convierta en un Infierno y poco a poco ir consiguiendo la Felicidad a la que todo el mundo aspira.
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Hola tomás.
Pues i tu te has llevado la sorpresa pq soy de Graná, imaginate yo q tampoco sabía q tu lo eras.
Estamos aqui dejandonos comentarios y no sabiamos nada, jajaj es curioso.
Pues i hijo soy de granada y vivo en ella desde siempre y asi espero q sea!!.
Oye leí el relato q me dijiste y la verdad q es triste q haya tanta maldad en el mundo pero por desgracia es asi, es como un virus pero sin medicación y bueno yo pienso q al menos algunos no la soportamos y yo q se q decir pq en serio q es una pena , pero no creo q unos pocos podamos arreglar el mundo.
En fin q cada cual tiene su libro en blanco para escribir su vida y valorar lo bueno o lo malo segun se mire q ha hecho.
Bueno q me enrollo como una persiana y al final no se ni lo q digo.
tomás q me alegro mucho q seas paisano y q hayas vuelto por mi rinconcillo.
Aqui te dejo un besico y un hasta pronto vale??.
Tu paisana Ansu
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